Por un año escolar promisorio y productivo

Por JUAN LOPEZ

El evidente control sanitario de la pandemia del COVID-19 permitirá superar los principales obstáculos que, durante dos años, afectaron el desarrollo cuantitativo y cualitativo de la educación dominicana, razón por la que se han creado válidas y positivas expectativas que vislumbran este año escolar promisorio y productivo para beneplácito de las presentes y futuras generaciones.

La docencia para el año lectivo 2022-23 en RD, oficialmente, empezará el próximo 19 de septiembre, en el cual se espera la asistencia de más de 3 millones de estudiantes para los diferentes niveles de la educación preuniversitaria. En los centros de estudios del sector privado se empezó desde el pasado 5 de septiembre.

En este contexto es menester valorar la oportuna acción del pueblo cuando, a través del liderazgo de los partidos políticos y de la sociedad civil pulverizaron la inoportuna improvisación del gobierno del PRM-Abinader con la que pretendía empezar un proceso para reducir, en más de 4,250 millones de pesos, los necesarios aportes que, mediante el 4 % del PIB, supo conquistar el pueblo para cumplir con una sana disposición constitucional a favor de la educación.

Efectivamente, en la Constitución (Art. 63) y en la Ley General de Educación (No. 66-97) se establece, expresa y nítidamente, la prohibición de reducir las partidas que, anualmente, se deben consignar para la educación. Fue necesario poner en acción la voluntad popular para evitar ese espurio despropósito gubernamental.

Esa firme acción también es una buena demostración de fuerza social e importante lección para cualquier otro sector que atente inventar contra los idóneos objetivos que ha cifrado el pueblo, en tanto se ha empoderado del transversal valor que tiene la educación para avanzar hacia el progreso económico, social y cultural de la RD.

Es propicia la ocasión para que la comunidad educativa, en especial las autoridades educativas, el personal técnico-docente, los maestros y su proactivo sindicato ADP produzcan una sinergia que faciliten la revisión y actualización de la Ley General de Educación y se aproveche al máximo la docencia reduciendo al mínimo la suspensión de hora-clases en días laborables.

En ese noble propósito se insertan los diferentes acuerdos suscritos entre la ADP y principales autoridades educativas; las mejoras que viene recibiendo el personal docente y los cuantiosos recursos que, a través del Instituto Nacional de Bienestar Estudiantil (INABIE), se destinan para mejorar las condiciones de vida y el rendimiento escolar de los niños, niñas y jóvenes que, por razones socio-económicas, son los que acuden a nuestras escuelas públicas.

La presencia de un experimentado nuevo Ministro de Educación, el llamado a la prudencia en las actividades reivindicativas de la ADP, el respeto al cumplimiento del presupuesto educativo que se acaba de imponer al gobierno del PRM-Abinader, la fiscalización social que están dispuestas a realizar las organizaciones de la sociedad civil relacionadas con la educación y la voluntad férrea del pueblo a defender sus derechos se erigen como principal garantía para que este nuevo año escolar resulte promisorio y altamente productivo para la sociedad RD.

Por lo tanto, “A la clase que ya es hora/ De empezar nuestra labor/ Que están haciendo las suyas/ Las abejas en la flor”. Aprovechemos el tiempo. ¡Son los nobles propósitos del pueblo dominicano!

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